Por el Dr . José Consuegra Bolívar

La relevancia de contar con diagnósticos actuales y pertinentes que orienten las políticas en educación superior nos motivó en la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN), a suscribir una alianza, en septiembre de 2024, con el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Universidad Javeriana, y tuve el honor de que se lograra durante mi periodo como presidente de la agremiación.
Hoy, entre los frutos de este convenio, se cuenta con el estudio “Caracterización y pronóstico de cobertura del Sistema de Educación Superior en Colombia”, que presenta una serie de acciones y estrategias sustanciales que permitirían atender los retos actuales del sector, con un panorama de las necesidades, las transformaciones y las proyecciones en cobertura, acceso, equidad y calidad; asimismo, las recomendaciones pertinentes.
En cuanto a la caracterización de la demanda, el análisis detalla las implicaciones de los cambios demográficos en el país, como la caída de los nacimientos que, de acuerdo con el DANE, fue del 13,7 %, en 2024, comparado con 2023; mientras que en la última década fue del 32 %. Con contundencia expresa: “El cambio en la composición demográfica y la respectiva transición del bono al impuesto demográfico plantean un desafío importante no solo al Sistema de Seguridad Social y a la productividad del país, sino también al sistema educativo en todos sus niveles”.
Recomiendan producir más información sobre las preferencias y expectativas académicas y laborales de los estudiantes de secundaria que alimenten a los sistemas de educación media y de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano (SIET), con el propósito de adoptar decisiones con base en evidencia, que permitan apoyarlos en la transición hacia la educación superior.
Otra población importante, que representa una demanda potencial para el sistema de educación superior y los programas de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, es la llamada “nini”, que ni estudian ni trabajan, calculada por el DANE en 2,68 millones de personas. Por ello, es necesario definir estrategias para promover una formación educativa que le abra puertas virtuosas al mundo laboral.
Son varios los aspectos determinantes en las tasas de acceso y cobertura de la educación superior, como: la incapacidad económica, la limitación de cupos y la accesibilidad no incluyente, como es el caso de los altos puntajes de pruebas Saber 11 como requisito para el acceso, lo que genera una clara desventaja frente a quienes obtienen mejores resultados, que suelen estar ubicados en zonas urbanas o estudiar en instituciones escolares privadas.
ASCUN y el LEE recomiendan, de manera fehaciente, el fortalecimiento del Sistema para la Prevención de la Deserción de la Educación Superior (SPADIES) del Ministerio de Educación Nacional y los medios universitarios institucionales que atienden la permanencia escolar. El apoyo económico a los estudiantes más vulnerables es fundamental para garantizar el acceso y la continuidad en el sistema educativo. Por ello, analizan y proponen solucionar los problemas de desfinanciamiento que afronta el ICETEX.
Los cambios en la población y la profundización de necesidades existentes nos obligan a repensar el sistema educativo frente a los enfoques en enseñanza y aprendizaje, al igual que para la sostenibilidad del sistema mixto, así como a la atención efectiva, eficaz e inclusiva de la población. A mis colegas rectores y a los académicos en general, les recomiendo la lectura de este importante estudio.
*Rector de la Unisimón.
Tomado de El Espectador