Por: Fabrina Acosta – Contreras
Mi propuesta sonora actual es experimental, y me gusta explorar desde
la balada y el pop latino, incluyendo sonidos que evocan los lugares y las personas que me inspiran.
Es mi forma de traducir lo que siento por mi tierra y lo que me ha formado,
mezclando tradición y búsqueda personal. Mi música es un puente entre lo que fui,
lo que soy y lo que quiero seguir contando desde este mar guajiro que llevo dentro
y me acompaña donde sea que vaya.

Morelia
Escribir historias de mujeres inspiradoras es todo un honor para mí, es una forma de polinizar el mundo de esperanzas, de reconocer el poder creativo y transformador de las mujeres y Morelia es un ejemplo claro de ello. Hoy mi espíritu se infla de sororidad porque les voy a compartir la historia de una creativa innata, que ha escogido caminos bonitos para amplificar sus sueños, y de esta manera nunca silenciarse y siempre expresarse, con amor y valentía. Es importante conocer a nuestras artistas y sus talentos, La Guajira es vientre fructífero de grandes mujeres como Morelia,.
Morelia hace parte de un linaje poderoso, su útero existencial tiene como protagonistas a dos mujeres guajiras de alma pura – La super abuela Yolanda y la gran mamá Ana Maritza – con esa ascendencia podemos imaginar la gran mujer que es, una de consciencia sentipensante, creatividad encendida y bondad infinita. Mujeres Guajiras con un poder tejedor inquebrantable – tejedor- de esperanzas, resiliencia y nuevas realidades.
Es periodista, cantautora y artista interdisciplinar del Caribe colombiano. Desde una mirada sensible y poética, construye una experiencia íntima y emocional con canciones que exploran el amor, el desamor, la pérdida y el territorio. Además de su proyecto musical, ha desarrollado procesos de investigación-creación que combinan la música, la escritura y el cortometraje,buscando siempre nuevas formas de contar y habitar el mundo desde lo íntimo y lo colectivo.

Morelia define cantar como: “Un acto profundamente personal y liberador. Es la forma más honesta que tengo de decir lo que a veces no puedo poner en palabras. Es cantarle a la memoria que el cuerpo guarda y a veces olvida, recordándomelo y recordándoselo a otros cuando lo comparto. Es abrir mi corazón sin llave y sin temor a tocar fibras porque todos al fin al cabo algo estamos sintiendo. Cantar para mí es como detener el tiempo y no darle oportunidad al afán para hacer de las suyas porqueya las canciones tienen una métrica, un ritmo. Es una manera de sanar, de recordar y también de sembrar algo en quien me escucha. Lo que siento quiere que lo escriba y lo que escribo quiere que lo cante”.
Su más reciente sencillo se llama «Donde Florece el Amor», es una propuesta que mezcla el género musical de la sambaargentina, pop alternativo y sonidos del patio de su abuela, el lugar y la persona en quien se inspiró. Ella refiere que, comenzó a escribirla sin buscar nada inicialmente solo soltar el sentimiento de extrañarla que empezó a hacerse muy presente.
Hablar y compartir con Morelia, genera una esperanza poderosa algo así como serenidad en medio del caos, ella es dueña de un metalenguaje de afectos que logra cautivar a su entorno; con su experiencia se entiende, que las nuevas generaciones se están atreviendo a escribir poderosas historias, de esta manera, reconozco que los años que llevo de activismo cultural y feminista, han valido toda la pena porque existen jóvenes como ellas que van a seguir protagonizando nuevas tiempos desde el arte y la pureza espiritual.
Por ello, quiero compartirles parte del diálogo que tejí con ella basado en la sororidad. Por favor no lo lean con lentes de entrevista lineal, sino con unos de romanticismo, pasión y compromiso con lo que se ama hacer y ser. Sin duda les aportará motivación.

Resumen del diálogo Morelia – Fabrina
F: ¿Cómo tejes tu historia guajira con la música?
M: “La cultura de los pueblos se mide por la clase de música que se escucha” — Mario Correa Henríquez (1996)
Mi historia guajira se cuela en todo lo que hago, incluso cuando no me doy cuenta. Está en mi voz, en mis maneras, en los silencios y también en lo que decido contar. Nací en el Caribe, crecí escuchando a mi familia, a mi abuela, a la brisa y al mar. Las canciones que sonaban en la radio o en la calle eran el sonido ambiental del barrio. Las palabras, los dichos, los sonidos tejen nuestra cultura. Los colores del desierto, el olor del mar y ese tiempo distinto que se vive allá, siguen conmigo, aunque a veces me encuentre lejos.
Identificarse con el entorno es sembrar la raíz en la tierra ideal para que esta florezca en forma de creación, como cada uno lo sabe hacer. Yo lo hago con música y letras que invitan a la conciencia social de lo que soy y somos, por aquello que nuestros antepasados escribieron y marcaron en la historia cultural, musical, social y política de La Guajira.
Tejer mi historia guajira con mi música es hablar de las personas que la habitamos y lo que eso implica, cerca o lejos de nuestro territorio. Hablo desde la cotidianidad, de cómo vivimos y sentimos. Y esas memorias propias, cuando uno decide escribirlas, contarlas o cantarlas, se vuelven colectivas. Como las canciones vallenatas que nos traen el calor guajiro estando lejos.
En mi música también hay memoria afectiva, de los patios, las conversaciones con los abuelos, las terrazas donde se espera que caiga la tarde mientras pasa el vendedor de peto, de pan o se escucha a los vecinos saludando. Esas son escenas queparecen pequeñas, pero tienen el poder de volverse canción.
“El vallenato se convirtió en un medio de información, en el que expresaban sus sentimientos y, como no lo podían hacer pormedios tradicionales porque acá no había colegios, comunicaban las cosas a través de una canción” — Leandro Díaz,
Así se narraban los sentimientos y los contextos sociales. Yo recojo esa tradición desde mi realidad, con mis letras, mi arte ymi música. Porque darle voz a la cotidianidad que habitamos — lo que caminamos, hablamos, miramos e incluso comemos— es seguir esa línea sensible y poderosa. Como hacían compositores guajiros como Carlos Huertas, quien escribió La Casa soloa punta de escuchar, mira y con el oído y corazón dispuestos para que una canción nazca.
Gabriel García Márquez, en una entrevista, decía: «A mí me sueltan vendado y el organismo me está funcionando de una manera que no me funciona en otra parte, es un reajuste que se debe a una identificación total de la mente y el cuerpo». Volvíaal Caribe cuando se le acababa la gasolina de su cultura básica. Así describiría yo también mi sensación al volver cerca del mar: un regreso que me reajusta por dentro, como si todo se pusiera en su lugar. Busco respuestas, pero siempre termino con más preguntas, afortunadamente, porque ahí también nace la música.

F: ¿Cuál es tu mensaje para las mujeres y jóvenes que sueñan con transformar el mundo desde la música?
M: Les diría que no duden del valor de lo que hacen. Que cada paso que den sea con intención, con verdad y con amor, eso ya es una semilla sembrada. Que busquen el asombro detrás de lo obvio eso es combustible para cuando no haya inspiración. Confíen en que su arte tiene una razón de ser. Y que la paciencia sea una compañera en el proceso de hacer crecer esa planta.
No hay una fórmula secreta para hacer historia, pero sí hay algo que puede encender el camino: reconocer nuestra historia interna. Esa que ya sabemos y la que aún no. Preguntarla, indagarla, sentirla. Dejar que la curiosidad nos guíe para seguir creando. Que lo que vamos descubriendo en el proceso se convierta en motivo para enamorarnos más de lo que somos. Creardesde ahí, desde ese fuego genuino, no es solo mostrar a una artista: es compartir un mensaje, una historia, un espejo donde alguien más pueda mirarse y reconocerse en comunidad. No se trata solo de reconocimiento, sino de servir, de dar lo que llevamos dentro, de responderle con amor a ese llamado que muchas veces llega claro y confuso. Suave y salvaje.
Gracias Morelia por permitirme escribir sobre ti, eres un relato que se cuenta en pasado, presente y futuro de manera mágica, estoy segura de que lograrás hasta lo que aún no imaginas, tienes inteligencia, amor, sensibilidad y un corazón tan grande como el de tu gran matrona Yolanda, dispuesto a darlo todo, a ser generosa y a regalarnos canciones y creaciones que impactaran nuestras vidas. Con mujeres como tú siempre hay esperanzas de sumar al tejido de transformación social. Buenas estrellas en tu misión artística.
