por Goyi Echeverry
Solo una voluntad inquebrantable alcanza un éxito excepcional y, esto es, precisamente, lo que ha llevado a Claudia Lacouture Gómez a la cima en el campo empresarial y personal.
Claudia es una mujer dinámica, exitosa y divertida, basta conversar con ella un par de minutos para percibir el amor y la pasión que imparte a todo lo que hace; tiene además, una personalidad arrolladora que encanta y sorprende. Esta barranquillera es administradora de empresas y madre de dos hijas universitarias, Carolina y Camila, de quienes se siente muy orgullosa.
En sus inicios trabajó por cinco años en el sector bancario y corporativo ejerciendo con éxito como directora de mercadeo. “Me gustaba la parte operativa, yo era una ejecutiva de oficina y jamás me vislumbré como vendedora, ya que pensaba que lo comercial no era lo mío” En 1992, tras el nacimiento de Camila, su segunda hija, se retira del trabajo para dedicarse a ser mamá de tiempo completo, y se sumerge en un mundo ligero, frívolo y trivial que, con el tiempo, se convierte en un escenario en el cual ella no se siente a gusto y, rápidamente las dificultades empezaron a aflorar. La muerte de su adorado padre en 2009 fue un golpe devastador, su mundo tambaleaba y ella solo quería retomar el control, sabía que debía volver a trabajar de manera formal. Para ese entonces, Claudia había oído que el mundo de los seguros era próspero y prometedor y se propuso incursionar en ese campo. A finales de 2010 y después de indagar y pensarlo muy bien se armó de valor y llamó a la gerente de una importante empresa aseguradora a quien no conocía y le dijo: “yo quiero trabajar con ustedes”. La gerente no le dio credibilidad a sus deseos y le contestó que no le parecía que tuviera el perfil requerido. Claudia cuenta que tras esa negativa aprendió que en la vida hay que insistir, persistir y nunca desistir; no se limitó sino que se propuso conseguir una entrevista y, así, un mes después, consiguió una cita con aquella gerente y obtuvo su pasaporte inmediato para entrar en el mundo de los seguros. No fue fácil arrancar pero tenía la convicción de que lo lograría y se concentró en su trabajo con la meta de ser la mejor. Llegaron las convenciones como reconocimiento por el volumen de ventas, sostenibilidad del negocio y regularidad y, comienza a ganarse muchos premios. Ha estado en Tailandia, Marruecos, Cuba, Brasil, Argentina, Puerto Rico, República Dominicana y México recibiendo premios en cada convención. Ganó el tigre que en seguros es el máximo reconocimiento a nivel nacional. Recientemente estuvo en París y en los Alpes Suizos disfrutando, una vez más, de un merecido premio por su constancia, disciplina y volumen de ventas.
Hoy día y en tiempo record, después de 6 años de arduo trabajo , Claudia ha creado su propia empresa de seguros y espera crecer sólidamente, por lo que tiene claro que tendrá que seguir trabajando duro y parejo; lo cual, para ella, es un placer pues su trabajo la complementa de manera integral. No pierde de vista a sus hijas y comparte con ellas sus logros, tiene claro la importancia de la familia en su vida; se siente feliz y afortunada de contar con una mamá y una hermana cómplices y alcahuetas. No renuncia al amor por lo que espera que su corazón sea conquistado en el tiempo de Dios y bajo su voluntad que es perfecta.
foto Jairo Guzmán