todos tenemos derechos
por Luz Myriam Reyes Casas
Abogada de familia
Los estereotipos sociales y creencias culturales han hecho que durante siglos se excluyan a las personas con discapacidad. Las personas con discapacidad (sensorial, física, intelectual o cognitiva, mental o psicosocial, múltiple) son discriminadas y no ejercen su derecho a la igualdad ante la ley como las demás personas.
La sociedad ha sido abusiva con las personas con discapacidad, les han impuesto barreras, obstáculos para el ejercicio y goce de sus derechos, siendo las más comunes las actitudinales, las comunicativas, las físicas y las jurídicas.
Pero, se rompió el paradigma de que la capacidad legal se confundía con la intelectual, para reconocer a las personas con discapacidad como sujetos plenos, con potencialidades y un proyecto de vida personal que pueden desarrollar.
La capacidad jurídica es el atributo más esencial de la personalidad jurídica de una persona, considerado como aquella aptitud para ser titular de derechos y ejercerlos. Esta misma aptitud es la que le permite a un individuo convertirse en un sujeto de derecho. No podemos participar plenamente en la comunidad sin la capacidad jurídica para la toma de decisiones relevantes para nuestra propia vida.
Mientras que, la capacidad mental es la habilidad para tomar decisiones. Las personas tenemos capacidades mentales diferentes. Hay personas que necesitan más ayudas para tomar decisiones que otras.
Todas las personas tenemos derecho a tener wcapacidad jurídica aunque tengamos una capacidad mental diferente.
Si la capacidad mental es poca, se le niega a la persona la capacidad de obrar, cuando lo correcto es que se den apoyos a esas personas para que puedan ejercer su capacidad jurídica, así se equivoquen.
Que son los apoyos? Son medidas que se toman CASO A CASO para permitir que la persona con discapacidad pueda: Comunicarse, comprender los negocios jurídicos que celebra, manifestar su voluntad.
Esos apoyos deben respetar los derechos y las preferencias de las personas y deben protegerlos de los abusos. Tenemos que pensar que quiere esa persona. Por eso, la persona de apoyo tiene que ser una persona de confianza que facilite al discapacitado la comprensión del negocio jurídico, ayuda a que exprese sus preferencias e interpreta la mejor voluntad del discapacitado.
Las personas somos diferentes y necesitamos apoyos diferentes. Los apoyos pueden ser muchos y muy distintos. Formales e informales en las diversas esferas de la vida. Veamos: para decisiones sobre salud, podrían darse para actividad física, dieta, higiene, control de natalidad, hasta para procedimientos médicos, esterilizaciones, consentimiento para recibir tratamientos.
Decisiones sobre asuntos económicos como: gasto de dinero, preparación de presupuestos, cuentas bancarias, testamento, sucesiones, créditos.
Y para decisiones sobre la vida personal, tales como donde vivir, relaciones interpersonales, trabajo, educación, participación ciudadana, vivienda, contratos de trabajo, matrimonio.
Las personas tienen derecho a ajustes razonables para ejercer su capacidad jurídica. Los ajustes razonables son adaptaciones y cambios en la comunidad y en los espacios, que una persona necesita para poder usarlos en igualdad de condiciones. Por ejemplo: tener más tiempo para hacer un examen porque tardo mucho en escribir.
Tener ajustes razonables y tener apoyos son dos derechos diferentes, las personas con discapacidad tienen los dos.
Para definir el apoyo que requiere una persona con discapacidad se puede acudir, bien ante los notarios o conciliadores extrajudiciales para hacer una directiva anticipada o un acuerdo de apoyos, a través de escritura pública o acta de conciliación. Excepcionalmente, habrá de recurrirse a la vía judicial cuando la persona se encuentre en absoluta imposibilidad de expresar su voluntad (estar en estado de coma).
Como sociedad somos entonces responsables por brindar apoyo y eliminar la discriminación. Evitar que otras personas o entidades impidan ejercer sus derechos a las personas con discapacidad. Ayudarlas para que tengan más confianza y desarrollen sus capacidades. Debemos construir una sociedad incluyente.