Uno existe y el otro desapareció
fundamental en el desarrollo histórico de Barranquilla
Colaboración de Adlai Stevenson Samper
Barrio Boston
fundamental en el desarrollo histórico de Barranquilla
El primer barrio que expande a Barranquilla hacia el noreste -o norte- es Las Quintas a finales del siglo XIX. En la calle del Divi Divi, actual Murillo, estuvo la residencia de Francisco Javier Cisneros, ingeniero cubano constructor de ferrocarriles y del muelle de Puerto Colombia. El barrio se extendía hasta la calle del Tanque de agua ubicado en los predios de la catedral María Reina (calle 53) y en sus límites se inició en 1921, impulsado por los Parrish, la urbanización El Prado creada para los adinerados de la ciudad.
Precisamente en la calle del Tanque comenzaba la finca Boston de 54 hectáreas que se extendía hasta la calle X de El Prado, actual calle 72, propiedad de William Ladd Hommer, nacido en Boston, Massachusetts en 1859 y que había llegado a Barranquilla en 1885 en calidad de agente -posteriormente gerente-, de la Compañía Colombo Antillana de Teléfonos con sede en Panamá para instalar los primeros 25 aparatos en la ciudad.
Ante el auge de la urbanización colindante de El Prado, Ladd inicia en 1929 el proceso de trazado y loteo de su finca convirtiéndola en el barrio Boston aunque sin los diseños urbanísticos ni pretensiones de su vecino pero ofreciendo una alternativa cercana de hábitat a la clase media y alta en torno a los ejes de la carrera 46, que existía con el nombre del callejón del Rosario por la iglesia de ese nombre, ampliando su trazado hasta finalizar en el estadio Municipal, en la urbanización Colombia, en terrenos que donó junto a la familia Del Vecchio e igualmente el terreno para el parque Surí Salcedo.
Otros aportes de Ladd en tal sentido en relación con la actual avenida Olaya Herrera fue que regaló los terrenos de una manzana comprendida entre las calles 66 y 67, ante solicitud del presbítero Carlos Valiente, para que las Hermanitas de los Pobres del Asilo de San Antonio construyeran el edificio del noviciado pero según el cura Revollo, hubo un cambio de planes: “Hágame un cobertizo, siquiera de madera y hierro corrugado para comenzar a decir misa en el nuevo barrio”. Total en 1928 se iniciaron las misas en el oratorio provisorio y es así como aparece un arquitecto ruso, Alejandro Kot que diseña la nueva iglesia del Perpetuo Socorro inaugurada en 1931, entregada a la comunidad católica venezolana Padres Redentoristas.
Pero Ladd era de credo protestante presbiteriano y el 13 de marzo de 1889, junto a John Vanderbilt funda el colegio Americano que ya tenía bases en la labor misionera de Adan Erwin con la construcción de una escuelita y el primer templo presbiteriano en la calle del Sello -44- en 1882 que todavía existe y el cual Ladd fue especial contribuyente. Después el colegio compraría la quinta La Esperanza para la instrucción de señoritas en la carrera 46 con calle Felicidad.
Una de las características del barrio fue la construcción de pequeñas casas quintas con tejado de cemento que rápidamente se popularizó su uso por toda la ciudad. Ladd, además, bautizaría con nombres nacionales las polvorientas calles de ese vecindario -a diferencia de las pavimentadas de El Prado- con nombres como Caracas, Pacifico, Buenos Aires -que dio origen a un popular cine de los años cincuenta y sesenta-, Sucre, Nariño, Junín, Cúcuta y otros. Un importante sector de viviendas fue financiada por el nuevo Banco Central Hipotecario (BCH) en 1932.
El bario Bostón colinda también con las urbanizaciones La Luna -actual bulevar de Recreo- y el Recreo de la familia Insignares creando un seguimiento del trazado de damero que proviene desde el mercado y el centro y sobre el cual se expandió Barranquilla a todo lo largo del la tercera década del siglo XX.
Una particularidad que además demuestra la importancia de estos barrios Boston y Recreo fue la propuesta de descentralizar los servicios de mercado construyendo y administrando las Empresas Publicas Municipales el mercadito de Boston hoy demolido en la carrera 44 entre calles 58 y 59. Así mismo el barrio tenía dos líneas de buses de subida y bajada: Boston-Prado y Prado-Boston.
Ladd, fundador de este importante sector de la actual Barranquilla, falleció en 1934.
Ladd tenía su gran finca “Boston” de 54 hectáreas que se extendía desde la calle del Tanque (53), hasta la décima del barrio El Prado (72). La casa principal de la finca estaba donde se levanta hoy la Catedral.
Las Quintas
El barrio desapareció cuando la élite se mudó del Centro
A finales del siglo XIX cuando ya era evidente que el tráfago comercial del Centro y el mercado hacían imposible la función de vivienda en el Centro y mercado, un grupo de comerciantes e industriales iniciaron la compra de lotes en las afueras de la Barranquilla de entonces que apenas si llegaba hasta la calle de Las Flores, actual calle 39, llamada así pues allí se apostaban los vendedores en el camino al viejo cementerio.
El sitio era ideal. Quedaba en las lomas de La California -actual Sena comercial- y del Mono, por los lados del actual Banco de la Republica. La migración lenta -que en los años 20 del siglo XX presagiaría El Prado-, comenzó a instalarse en las nuevas viviendas con especiales características tipológicas arquitectónicas que tenían patios amplios con árboles, antejardines, alineamientos precarios sobre el espacio público y vías despejadas otorgándole; a la larga el nombre al nuevo sector: ‘Las Quintas’. Sus linderos estaban entre la calle Caldas y de Las Flores hasta la calle del Tanque (actual carrera 53 o Caracas) en donde hoy se encuentra la catedral metropolitana María Reina; y del callejón de La California (actual carrera 20 de julio) hasta un pequeño y estrecho callejón que tras la construcción en 1890 de la iglesia del Rosario por parte de la comunidad filantrópica Sociedad Hermanos de la Caridad dirigida en ese momento por el presbítero Carlos Valiente, le da nombre a la carrera lateral como callejón del Rosario, hoy avenida Olaya Herrera.
La idea era darle un templo a la feligresía del barrio Las Quintas, amenazada por el presbiteriano colegio Americano fundado el 13 de marzo de 1889 en la calle Medellín y la iglesia del mismo culto religioso ubicada en la calle del Sello Nacional (actual calle 44) asumida por Thomas Candor en 1889 y por Adam Irwing, que había llegado en 1871 y sería a la postre fundador del citado colegio.
Las Quintas fue un sector de élite con amplias mansiones a las que según cuentan los historiadores Vergara y Baena, solían colocarle nombres distintivos en su nomenclatura. La del ingeniero Francisco Javier Cisneros se llamaba ‘La Floresta’ y estaba ubicada en la calle del Divi-Divi, actual Murillo, entre carreras del cuartel y Olaya Herrera. La del general Diego De Castro se llamaba ‘La Esperanza’ y después fue vendida a la misión prebisteriana para instalar allí el colegio Americano para señoritas.
En Las Quintas se mudan los burgueses, el empresariado comercial, abandonando las viviendas del Centro y del barrio Arriba, para vivir sin afanes en medio de la naturaleza -cuando los caserones encontraban en medio de un gran lote- y sin el bullicio de las actividades mercantiles y portuarias. En ese barrio se crea un salón de eventos denominado Las Quintas, ubicado en la calle Murillo cuyos propietarios fueron Federico Falquez y Alberto Chegwin, inaugurado el 29 de marzo de 1913, al aire libre y con una superficie de 1600 metros cuadrados. Allí se presentó el 14 de octubre de 1916 la famosa película de Floro Manco en su periplo a Cartagena, clásicos del cine mudo y en carnavales era utilizado como salón de fiestas.
El declive del barrio – y desaparición nominal del barrio- se debe a dos factores: el más importante que con la creación del barrio El Prado, desarrollado con bulevares, jardines y una estricta reglamentación se mudan sus habitantes a disfrutar las delicias de este nuevo concepto de urbanización diseñado por el arquitecto Ray Wick (inspirado en El Vedado de La Habana) y promovido por Karl y Robert Parrish; por un lado y que la iglesia del Rosario le terminó trastocando el nombre al sector en donde estaba enclavada que se llamó desde entonces Rosario. Lo que sobrevive del barrio son algunos viejos caserones -algunos convertidos en moteles de paso- y las iglesias con sus respectivos colegios.
Sin el barrio Las Quintas es difícil comprender la construcción de tres barrios vecinos: el Prado, Boston y Recreo; subdivididos posteriormente en Alto Prado, La Luna -en donde hoy se encuentra el bulevar del Recreo y Siete Bocas- y Colombia, en la parte alta de Boston cercana al parque Surí Salcedo y el estadio de fútbol Municipal con su barrio El Porvenir. Para sintetizar la historia, parte de esos importantes territorios urbanos constituyen la Barranquilla moderna de hoy.