Una línea muy delgada separa la vida de la muerte. La mía casi se rompe, o quizás se partió, pero Dios la repuso porque no era mi tiempo. Los tiempos de Dios son perfectos. Lo que me pasó me lo contar…
Una línea muy delgada separa la vida de la muerte. La mía casi se rompe, o quizás se partió, pero Dios la repuso porque no era mi tiempo. Los tiempos de Dios son perfectos. Lo que me pasó me lo contar…