por Angélica Santamaría
Recientemente recibí una nota por whatsapp, ese medio de comunicación tan poderoso y efectivo por estos días. El texto dice así: “Este mensaje está lleno de amor para cada una de ustedes. Mi puerta siempre está abierta. El café puede estar listo en dos minutos y la mesa de la cocina se puede limpiar en un momento. Este es un lugar de paz y sin juicio. Cada amigo que necesita hablar es bienvenido en cualquier momento. Nunca sufras en silencio. Tengo comida en la nevera, café, té, cerveza o vino, oídos para escuchar, hombros en los que llorar y brazos para abrazar. Se trata de un viejo valor que se ha perdido con la tecnología. Un texto o un emoji no son el equivalente al tiempo para los que lo necesitan. Mi casa y mi corazon siempre estaran abiertos para mis amigas. Adriana” Lo recibí de una persona que siempre habla en serio y con franqueza, una amiga coherente, la clase de amistad que podemos hacernos el propósito de ofrecer. Tal vez lo más valioso por brindarle a familiares y amigos es un poco de nuestro tiempo, y al decir “un poco”, no hablo del tiempo que sobra, ese nunca va a llegar y siempre habrá cosas urgentes por resolver. Tampoco creo que sea imprescindible ofrecer las grandes y esmeradas atenciones que nos exigen dedicación y dinero, cosas que no siempre tenemos a la mano. Nada de malo hay en decirlo, entre los verdaderos amigos debería prohibirse la vergüenza, la verdadera amistad es incondicional y nada tiene que ver con la decoración de tu casa, la marca de tu ropa o cualquier otra cosa que te guste consumir. A la hora de vivir y sortear cada dificultad que se nos presenta, la confianza en alguien y las palabras de aliento tienen mucho más poder que los objetos. A mi amiga, la de la bella nota, le envío esta respuesta: “Tus palabras llegan en el momento preciso, hacen recordar que no estamos solos. GRACIAS. Seguiré tu ejemplo, como un propósito para cumplir desde ya, el año que viene y los que sigan. Es más, le diré a muchos que hagan lo mismo. En cuanto a tí, me aprovecharé al máximo de tu ofrecimiento. En serio lo haré”.