Negocio de adolescentes
Dos amigas inseparables, de 13 años cada una y estudiantes de octavo grado del Colegio Marymount crearon un modelo de negocio que ha despertado la fascinación de sus familiares y amigas.
Ellas son Natalia Espinosa Vergara y Victoria Charris Pérez, quienes no perdieron el tiempo durante la pandemia.
Su emprendimiento consiste en vender forros de celulares. El negocio se llama ‘Case Studio’.
La idea surgió en plena cuarentena, en el mes de junio.
Natalia empezó a buscar por internet diferentes forros de celulares y vio unos en unas páginas de otros países con diseños muy bonitos pero costosos “y pensé cómo podríamos tener forros con diseños modernos, pero además que cada uno pudiera escogerlo a su gusto; por ejemplo, una foto de su familia, de su mascota o simplemente agregarle a un diseño una frase”.
Fue así que empezó a investigar en internet cómo se fabricaban estos forros y encontró que había un proceso para el que se necesitaban máquinas y algunos elementos.
Natalia le contó a sus papás lo que quería hacer para poder montar el negocio. Los forros de celulares son un producto muy usado y puede hacerse al gusto de las personas.
Además, a través de éstos se pueden expresar los sentimientos. El celular siempre se lleva en la mano y es visible para los demás.
Le dijo a sus papás que quería proponerle el negocio a una amiga para poder montarlo entre las dos; y pensó en Victoria, “porque somos casi hermanas; nos conocemos y entendemos muy bien, compartimos muchos gustos y sobre todo, es muy echada para adelante, no le da pena nada, tiene mucha energía, le gusta el diseño, tiene muchos amigos y sabía que le iba a gustar la idea y que juntas podríamos tener nuestro primer negocio formal; y así fue”.
A ella le encantó muchísimo la idea y juntas terminaron de organizar las cosas, empezaron a buscar dónde vendían las máquinas y los forros; y cuánto costaban. “Contamos con el apoyo de nuestros papás”.
A finales de agosto empezaron con el emprendimiento y se están dando a conocer a través del voz a voz, de las redes sociales, de familiares, amigos y conocidos.
“Queremos entregar un producto de buena calidad y a un buen precio, que las personas que compren un forro se sientan felices y proyecten a través de éste sus gustos y sentimientos”.
Si comenzaron con tanto entusiasmo a los 13, cómo serán a los 25 años, cuando hayan terminado sus carreras profesionales?
Les espera un largo camino en el mundo de los negocios.
Aplausos!!!