Las flores, las hojas y el aceite de tomillo se han utilizado para tratar una variedad de síntomas y dolencias desde hace miles de años.
Esta hierba mediterránea tiene además usos dietéticos y ornamentales.
Es muy utilizada para combatir afecciones de las vías respiratorias, porque actúa como un antiséptico, expectorante y mucolítico.
Se puede tomar en infusiones para ayudar a eliminar la mucosidad y a reducir la tos en caso de resfriado o gripa.
También se toma por vía oral para aliviar el cólico, la artritis, el malestar estomacal, el dolor de estómago (gastritis), la diarrea, la incontinencia urinaria nocturna,
La flatulencia, las infecciones por parásitos y los trastornos cutáneos.
Además se aplica en el cuero cabelludo para tratar la calvicie y en las orejas para combatir infecciones bacterianas y micóticas.
Cocina
Es ideal para estimular el apetito, realzar los sabores y ayudar a la digestión de comidas, especialmente si se trata de grasas.
Como condimento en estofados, adobos y carnes.
Aromatiza aceites, vinos, quesos y vinagres.
Cosméticos
Con la flor y las hojas se hacen jabones, acondicionadores y limpiadores faciales.
Recomendado para pieles grasas y mixtas; ayuda a prevenir el acné.
Maravilloso para el cuidado del cuero cabelludo.
Medicina natural
Limpia las vías respiratorias.
Combate problemas digestivos como gases o indigestión.
Elimina y expulsa las lombrices intestinales.
Es un desinfectante genial para tratar golpes y cortes.