Cuentista y novelista del Cesar
Por Félix Carrillo Hinojosa*
Todos los 9 de febrero se celebra en Colombia el día del periodista, fecha que resalta la actividad de mujeres y hombres que recorren el territorio para recoger y transcribir la memoria histórica nuestra. Todo eso tiene un inicio, que se remonta a mitad del siglo XVIII, julio de 1785, cuando un fuerte sismo dio origen a la primera edición oficial informativa, a través de ‘La Gaceta de Bogotá’, que con sus inconstantes publicaciones dio origen a la información impresa. Seis años después, Manuel del Socorro Rodríguez, fundó oficialmente el papel periódico de la ciudad de Santafé, cuya primera publicación constó de 265 ejemplares que circularon, encargados por el virrey José de Ezpeleta. La imprenta Real de don Antonio Espinosa de los Monteros emitía todos los viernes ese impreso de ocho páginas, que llegó a tener 146 suscriptores.
Toda esa compleja historia del periodismo nacional, los medios y sus protagonistas, han enriquecido ese oficio, que pese a todas las dificultades que vive en la actualidad por diversos factores, inciden en la vida social, política y económica de sus habitantes.
Son muchos los protagonistas que sobresalen en su ejercicio. Uno de ellos, es una mujer que nació en un pueblo, ubicado en las estribaciones de la serranía del Perijá, que junto con sus hermanos fueron trasladados a una población Guajira, para realizar sus estudios primarios. Estudió pedagogía en la normal superior, Santa Marta y periodismo en la Universidad de América, Bogotá. Durante veintitrés años fue corresponsal de El Espectador.
Desde adolescente se dedicó a escribir poesía, actividad que se reforzó con su vida periodística, que le brindó la madurez para empezar a transitar por el camino de la literatura.
Sus obras conocidas son, ‘Los muertos no se cuentan así’, 1991; ‘Cuando cante el cuervo azul’, 1994; ‘Cita en el café la Bolsa’, 1996; ‘Belisa, tu pelo tiene’, 2000; ‘Entre la verdad y la muerte’, 2006; ‘Rosas contra tu cara’, 2006; ‘El hijo del universo’, 2007. Editoriales como Plaza & Janes, Oceana, Ápice y Gimnasio del Norte, se han encargado de masificar su creación literaria.
Su trabajo como docente la desarrolla en varios colegios y universidades del Caribe colombiano.
Su vocación por el periodismo y la literatura, se dio inicio desde niña en los centros literarios y en la vida cotidiana de su pueblo, donde el drama social circulaba, sin respuesta alguna, de quienes manejaban los destinos del lugar donde nació o vivió.
Eso le sirvió para empezar a escribir sobre lo que palpaba a diario. Fueron muchas las cuartillas que escribía, rompía y volvía a escribir. Al ver que tenía forma, un día cualquiera, decidió enviar su primer escrito a El Espectador, con tan buena fortuna que le fue publicado.
Todo se volvió historia y de la buena, con el paso del tiempo, unas con sello alegre y otras, manchadas por la violencia que ha permeado con dolor, el sentir de la gente en Colombia.
Ella la vivió y la escribió, en cada párrafo de los caminos violentos que vio. Ese oficio periodístico le cambió el sentir, porque las noticias no eran las mejores, pero más su narrativa de escritora, porque tuvo que darle protagonismo a la realidad que circuló como pan caliente, la muerte, el desplazamiento, los desaparecidos, la apropiación de tierras y todo lo que ella tenía.
Toda esa realidad, la llevó a escribir y a poner en riesgo su propia vida. Se la jugó en ambas y logró triunfar en un medio social, donde las posibilidades son pocas para ambas expresiones.
Ese matrimonio entre la periodista escritora o la escritora periodista, se ha mantenido de pie y ha nutrido su mundo, para mirar con los ojos de la verdad, todo lo bueno y malo que acontece en la vida misma. Unidas, le han prodigado las mejores satisfacciones, con los riesgos que ellas, en su ejercicio tienen.
Es cronista en esencia, expresión que se percibe en su obra, pero, ante todo, es cuentista y novelista y ahí, es donde está su mayor fortaleza.
En todo este tiempo, en que su ejercicio periodístico, le ha permitido ver partir a mucha gente buena y otras no tanto, comprendió que solo la verdad en sus relatos, podrían ayudar a hacer justicia ante tanta maldad, que ha golpeado las instituciones en todos sus órdenes, en donde la credibilidad es poco, por no decir, que ya no existe.
Su cuento ‘Si lo hubieras dejado vivir’, 1986, ganador del Premio Nacional del Concurso Literario de Cultura, que recoge toda la problemática social del aborto. Su novela ‘Los muertos no se cuentan así’ nació de su cubrimiento periodístico en El Espectador, en El Urabá, en donde la vida era minimizada por la muerte en serie. Esa denuncia pudo caminar en el concurso que organizó una editorial, donde ocupó un destacado lugar. Lo mejor de todo ese proceso, es la manera como fue acogida por la crítica literaria. Esta obra sirvió de base para realizar una tesis en una universidad en el norte del continente, que luego se publicó en el libro ‘Literatura y Diferencia, Escritoras Colombianas del Siglo XX’.
La fortaleza de su escritura ha hecho de su obra, un trabajo duradero, para releer, porque sus trazos narrativos son finos, bien contados, cuyo ritmo, trama y todos los componentes de una buena y bien contada historia, deben agarrar al lector, en un compromiso eterno.
En su creación hay varios elementos, que solo al leerla con mucho tino, es posible descubrir. Hay una paciencia de quien hila paso a paso, historia y personajes y una alegría para contar todo, así haya tragedias.
Atrás, en el extenso trasegar de su vida, quedan los hilos de su voz en la radio y los párrafos de sus notas periodísticas sobre los nuevos o consagrados valores de la música, que empezaba a dar grandes pasos, o la denuncia de pie y mirando de frente, que ayudó a conocer nuestra triste realidad social.
Ahora lo que tenemos es a la escritora de cuentos y novelas, que entre la ficción y la realidad construye nuevas obras para bien del arte. Fercahino.
(Mary Daza Orozco, nació en Manaure, Cesar, el 26 de abril de 1944. Padres Beatriz Orozco y José Francisco Daza) #RelatosFercahino
*Escritor, Periodista, Autor, Compositor, Productor Musical y Gestor Cultural que ideó la hoja de ruta para que la Cumbia y el vallenato tenga una Categoría en el Premio Grammy Latino.