‘No para antojo de dulce, sino antojo de postre’
Por Valeria Naissir
Al igual que muchos, Magda Freyle, veía constantemente videos de recetas en redes sociales, los guardaba, pero nunca los hacía. La diferencia entre ella y la mayoría, es que en principio no podía porque no tenía horno, pese a esto, su interés por la repostería era real. Un día finalmente adquirió el horno y este se convertiría en un catalizador para su proyecto de vida.

Magda inició con la receta más conocida y pedida por los barranquilleros, el brownie. Mientras cursaba comunicación social y periodismo en la Universidad del Norte, también trabajaba en la oficina de financiamiento de la misma. Fue en este espacio que empezaron los primeros ensayos para preparar los mejores brownies, así como ella lo deseaba. Los llevaba a la oficina para que los probaran y le dieran una retroalimentación del producto para poder perfeccionar la receta. Su jefe le sugirió que los vendiera y motivada por los comentarios de sus compañeros empezó a venderlos. Tras la pandemia, se vio obligada a tomar una pausa, pero no fue el final. Su emprendimiento reinició cuando en el cumpleaños de su hermano, ella realiza la torta y su familia encantada le insiste que la venda. A raíz de esto, Magda decide formalizar su negocio, lanzándose en redes y desarrollando a detalle un plan de acción.

Magda ha aprendido con videos de Youtube y cursos online; sin embargo, en la práctica es donde más ha descubierto secretos de la repostería. Creando tortas personalizadas ha podido mejorar continuamente sus decoraciones. El manejo de la parte administrativa es otro conocimiento que ha adquirido sobre la marcha; para ella esta área ha sido la más desafiante, pero entiende que es necesaria porque sin esta no se puede ser exitoso.

Cada vez que desea desarrollar una nueva receta su enfoque principal es el sabor; que estén potenciados y bien balanceados, es importante para Magda que no sean muy empalagosos. Juega sobre todo con los contrastes, ofrece sabores como la torta de vainilla con caramelo salado y su más reciente lanzamiento, la torta de limón con chocolate blanco. Con pruebas y errores es como ha ido creciendo su menú. Aun si le toca realizar 20 pruebas de un mismo producto, no lo lanza hasta que no se sienta satisfecha y considere que está al nivel que se merecen sus clientes.
La creadora de D’Magda le ofrece un consejo a los lectores de La Ola Caribe que quieran incursionar en la repostería: “Cuando estés probando una receta, investiga qué función tiene cada ingrediente, no es solo seguir la lista de la receta, al buscar la función de cada uno puedes ir modificando a tu gusto, por ejemplo, el azúcar además de dulce aporta a la textura. Si no sabes que hace cada ingrediente, al cambiar lo más mínimo la receta puede que no funcione. La repostería es química”.
