Barranquilla se iluminó con el encendido del gigantesco árbol de Navidad, regalo de Tecnoglass, que se ha convertido en la atracción de nativos y visitantes, chicos y grandes.
Ubicado al lado de La Ventana al Mundo, el árbol trajo consigo la magia de la Navidad, a través de las imágenes que se forman durante el iluminado.
Sigue siendo el más grande de Colombia, y uno de los más grandes del mundo. Millares de personas se reunieron en los alrededores de La Ventana al Mundo para presenciar el espectáculo deslumbrante de luces y fuegos artificiales, que marcó oficialmente el inicio de la temporada navideña en Barranquilla y Colombia.
Por cinco años consecutivos, Tecnoglass, empresa importante de la ciudad, donó esta imponente estructura de 68 metros de altura y 400 toneladas de peso, adornada con cerca de 500 mil luces LED.
Este cono iluminado, que se ha convertido en un símbolo de unión y alegría, funciona como una pantalla gigante gracias a un sofisticado sistema computarizado. Hasta el 6 de enero de 2025, proyectará mensajes alusivos a la Navidad, creando un espectáculo visual único en su tipo.
Christian Daes, COO de Tecnoglass, destacó el significado especial del árbol: “Es un símbolo de unión y felicidad que, año tras año, se ha consolidado como el lugar obligado de peregrinación para millares de personas”.
Para la instalación de esta monumental obra se requirió un elaborado sistema de andamios que soportan los paneles de iluminación y culmina con una estrella de 6 metros de altura, visible desde distintos puntos de la ciudad. La ubicación estratégica en la rotonda de 60 metros de diámetro de la avenida Circunvalar, junto a La Ventana al Mundo, no solo destaca el espíritu navideño de Barranquilla, sino que también impulsa el turismo.
El árbol de Navidad, La Ventana al Mundo, La Aleta de Tiburón y la proliferación de restaurantes para todos los presupuestos han convertido a Barranquilla en destino turístico para fin de año.