Para muchos los lunes son aburridos después de un fin de semana divertido y alegre, de una rumba corrida. A pocas personas les gusta levantarse temprano para ir a trabajar. Pero toca… hay que comenzar la semana con actitud positiva y con ganas de comerse el mundo produciendo más y más de lo que hace día a día. Los aburridos dicen «qué jartera trabajar este día», que generalmente se torna largo; las horas se hacen eternas y más si hace una llamada para concretar una cita y la respuesta es No necesito su servicio. Ánimo, una puerta se cierra y otra se abre, como decía mi papá cuando un negocio le salía mal. Con mente positiva y ganas de enfrentar un nuevo día con sus afanes o retos, la cosa es diferente.
Primero autoconvéncete de tomar el lunes con entusiasmo y un poco de humor. Ningún día de la semana está tan lejos del próximo lunes como el propio lunes que estás viviendo.
El jefe tiene más preocupaciones que tú, porque lleva la carga de la oficina; y el superior a él, peor, porque debe velar por los intereses de la empresa.
Si eres jefe y tienes mucho trabajo encima tienes la oportunidad de delegar labores a tus subalternos y así te sentirás mejor.
Trata con amabilidad a las personas. Una simple sonrisa o un gesto de cariño respetuoso hará que el otro pase un día feliz.
Escucha tu música favorita antes de llegar al trabajo. Con esto cambiarás de ánimo.
Muchos lo hacen y dan fe de ello: el ejercicio físico por las mañanas carga de energía a las personas durante el día.
Para hacer los lunes un día maravilloso debes fijarte una meta atractiva. Puede ser una cena con amigos del colegio para recordar viejos tiempos.
O regresar a casa para recargar energías para el próximo día: martes. Ojo, que ese día no caiga martes 13 porque hay un agüero que dice: ni te cases, ni te embarques, ni te vayas para otra parte. Es mejor ir a trabajar.
Ánimo. Cada día trae su afán y hay que vivirlo con actitud positiva.