Emprendimiento que nació con amor

Un buen día, se dice buen día porque fue muy feliz. David Miguel y Margarita Rosa Donado decidieron iniciar un nuevo proyecto: La terraza de La Casa, como algo de ellos. Eran los inicios de los sueños de una pareja de enamorados.
De eso hace ya veinte años y como a muchos emprendedores les sucede, hubo augurios de toda índole: unos les decían que iban a quebrar por el sitio que habían escogido (Cra. 53 No. 85-77 para más señas, frente a una inmensa pared de un colegio) y otros más optimistas les dieron la bendición. Pudo más la fe en Dios y en ellos mismos, que cerraron sus ojos y ahí están como pioneros de esa zona de comida rápida.
Han sido dos décadas en las que les ha pasado de todo: triunfos, ganancias y pérdidas, “pero siempre hemos tenido la satisfacción de hacer todo lo posible por brindar un buen servicio, una buena atención y un buen producto”.

La pareja, hoy con su hija Ivana de 16 años que quiere estudiar Medicina, anota que ha contado con la buena suerte de tener un excelente de trabajo, “algunos de ellos desde el primer día que La Terraza de La Casa abrió sus puertas; lamentablemente dos de ellos partieron al cielo”.
Su especialidad son los sandwich y también ofrecen ensaladas, hamburguesas, carpaccios, jugos naturales, malteadas…
“Si hay algo que nos distingue es la atención y calidad de los ingredientes que utilizamos dentro de un ambiente sencillo, familiar y amigable. Hemos trabajado juntos desde que éramos novios y ahora más por nuestra adorada hija”.
La pareja Miguel-Donado tiene muchos sueños, metas y compromisos por cumplir con la seguridad de que van a poder lograrlo.

