mito vs. realidad
por Samira Navarro, Nutricionista Dietista, experta en Coaching Nutricional
Estamos en un mundo donde muchas veces nos vamos a los tonos blancos y negros, nos olvidamos de los matices, a tal punto que en la ciencia de la nutrición se han satanizado muchos alimentos entre ellos la remolacha.
La realidad es que es un gran alimento. Contiene vitamina C, magnesio, potasio, algunas vitaminas del complejo B y un poderoso antioxidante, propiedad que viene de su color.
La remolacha es una planta de origen medite

rráneo; nuestros ancestros comían sus hojas y después el tallo. Ha sido víctima de mala fama por sus azúcares, y la colocan en el listado de prohibidas en las dietas para bajar de peso y para pacientes con diabetes, pero ¿cuántos kilos de remolacha se puede comer una persona para afectar su salud en un país donde el consumo de verduras es muy bajo, casi nulo?
Es mejor enseñar a nuestros pacientes que el ejercicio y el medicamento es fundamental en la diabetes y que con la comida se puede negociar.
Puedes comerla rallada cruda no cocida acompañada de otras verduras, grasas saludables. Las claves son el manejo de la porción, el método de cocción, los acompañamientos y tu estilo de vida. El beneficio de la betanina -pigmento rojo que da color a la remolacha- es un flavonoide con potente antioxidante que podría prevenir algunas enfermedades, que puedes aprovechar en este maravilloso alimento.
No existe alimento totalmente dañino ni alimento milagroso. En el equilibrio está la clave.

Mito: no sube la hemoglobina por ser roja, el hierro que contiene es mínimo y no es biodisponible
(no se absorbe todo) y al ser ‘hierro no hemínico’, contrario el hierro de origen animal, si es bueno para mantener una hemoglobina en valores normales. Por lo tanto es un mito decir que la remolacha es buena para la anemia y malísima para la diabetes. No es cierto!!! La realidad es que es un alimento con muchos beneficios y poco utilizado en las recetas o dietas del mundo moderno.
