Por Adlai Stevenson Samper
Tras la construcción de la iglesia de San Nicolás sobre una Barranquilla (un barranco de mínima altura y dimensiones), la cercana de San Roque erigida en 1857 y la respuesta de la jerarquía católica de la ciudad cuando la misión prebisteriana crea en el corazón del barrio Las Quintas, actual Rosario, un templo para la feligresía afecta al protestantismo, planteándose el nuevo templo del Rosario en 1890.
Parte de la élite de la ciudad se había mudado, a finales del siglo XIX, en un nuevo barrio con el concepto arquitectónico de ‘quinta’ con amplios jardines, patios jubilosos de árboles frutales y la comodidad de un nuevo estatus urbano que era asunto del pasado en las antiguas residencias y comercio del Centro. Fue el eje de migración hacia el norte de Barranquilla de los estratos socio económicos altos mucho antes que se inventara con todos sus servicios y facilidades urbanísticas el barrio El Prado. Para efectos de la feligresía del barrio Las Quintas se levantaron el templo del Rosario, católico y Tabita, prebisteriano.

En un plano de 1920 en el Archivo Histórico del Atlántico pueden apreciarse las dimensiones del reciente barrio El Prado, diseñado tomando como modelo los barrios El Vedado y Miramar, de La Habana y Zona del Canal de Ciudad de Panamá y que tenía en sus linderos a los barrios Las Quintas, Abajo del Río y posteriormente el Boston. De esos enclaves surgen las nuevas iglesias católicas al norte de Barranquilla, hecho plenamente confirmado cuando ceden los terrenos del viejo tanque del acueducto, a inicios de la década de los cincuenta del siglo XX (calle Caracas o del Tanque), para que allí el arquitecto italiano Angiolo Mazzoni diseñara una catedral monumental de decidido estilo modernista dedicado a María Reina.
Pero antes, en 1924, era una necesidad para los devotos habitantes del barrio El Prado contar en sus cercanías con un templo dedicado a la Inmaculada Concepción de María promovido por los seglares urbanizadores Enrique, Manuel, Luis de la Rosa y Karl Parrish. Ese mismo año el padre Pedro María Revollo bendice la colocación de la primera piedra en un estilo decididamente español californiano, tendencia que tendría la construcción del cercano hotel El Prado. La primera palada de tierra de la obra fue en 1945 en un emotivo acto en donde asistió el gobernador del Atlántico Alberto Pumarejo, el presidente Alfonso López Pumarejo y su esposa Rosario Pumarejo; creándose, de forma inmediata la constitución de una junta Pro-Inmaculada que incluía el diseño del parque León en su frontispicio. La primera misa fue cantada en 1951.

Dentro de los terrenos del barrio El Prado se impulsó otro templo dedicado a la Virgen del Carmen ubicado en un corto bulevar de la actual carrera 50 que a su vez fungía de plaza para los rituales eclesiásticos y sus procesiones. Fue promovida por los padres Capuchinos en 1927 bajo un diseño del arquitecto español Alfredo Badenes, célebre por una serie de obras en la ciudad que incluían edificios, residencias y mausoleos funerarios. Pero hubo un curioso cambio de diseño en 1945 en las torres construidas por Badenes propiciado por otro arquitecto español J. Recasens quedando “atrapadas” en su nueva forma, pues para no derribarlas las encerró en su nuevo diseño. Finalmente la iglesia -que tiene una salida hacia la avenida Colombia (carrera 53) del Prado, inició su actividad parroquial en mayo de 1951. Es de notable interés arquitectónico por su planta en tres naves que confluyen en un altar central, bajo una cúpula, iluminado con diversos y artísticos vitrales.

Con el barrio Boston diseñado para las clases medias, vecino del Prado, era necesidad una parroquia cercana para la devoción de su feligresía. El padre Carlos Valiente Tinoco para celebrar sus bodas de oro sacerdotales; que incluía su paso como párroco e impulsor de San Nicolás en 1882, El Rosario en 1890, Chiquinquirá, los cementerios Universal y Calancala hizo las gestiones correspondientes ante el norteamericano (de Boston), William Ladd quien le cedió un extenso lote colindante con la carrera 46 (actual Olaya Herrera). Un terreno despoblado cercano al barrio Colombia (donde se encuentra el estadio Romelio Martínez), El Prado y El Recreo.

La idea original del lote era erigir allí un noviciado que a la larga terminó siendo una modesta sede para los Padres Redentoristas de Venezuela que tomaron la decisión de levantar allí un templo dedicado al Perpetuo Socorro celestial. El diseño es del arquitecto ruso Alejandro Kot -hecho que se percibe en los singulares detalles constructivos- ofreciéndose allí la primera misa el 3 de octubre de 1929. Por cierto, en esta iglesia se casó en 1958 Gabriel García Márquez con Mercedes Barcha. En la actualidad la iglesia se encuentra en el corazón del barrio Boston y dentro del eje vial del sistema de transporte masivo que también pasa por la Catedral María Reina y la iglesia de Chiquinquirá.
