aprendió a vivir la Navidad en Canadá
Roger Moscoso y Karen Glen se conocieron en Barranquilla, en el 2007, y se ennoviaron por unos meses.
Él tenía planes de irse a Canadá a estudiar con ‘estatus de profesional independiente’. Este estatus le daba la residencia. Sin embargo no estaba seguro de que su futuro estaría en ese país norteamericano.
Después de vivir un año se convenció de que su destino estaba allí.
Reanudaron la relación a distancia, “me apadrinó para obtener el estatus de residente permanente en Canadá y en el 2010 nos casamos y me mudé a Montreal”, cuenta Karen.
Sin olvidar a Barranquilla, su tierra, dice que se siente feliz en ese país. “Tenemos dos hijas, Valentina de 8 años y Victoria, de 4 años.
Al radicarse en Canadá continuó trabajando en el sector financiero por dos años hasta que nació su primogénita.
Tomó su año de licencia de maternidad (es un derecho que tienen todas las madres que han estado trabajando antes del embarazo) y al terminarse ese año decidió dedicarse a la fotografía, que era y es su pasión.
Tomó cursos privados y en el 2014 nació la empresa ‘Karen Glen Photography’.
Roger es ingeniero y trabaja como Senior Manager para una empresa canadiense. “Hace un año, adicional a la fotografía que por lo general me dedico los fines de semana, trabajo manejando las redes sociales a dos empresas locales.
Esta pandemia me obligó a trabajar en mi casa desde mediados de marzo. Las niñas ya regresaron al colegio presencial. Fue difícil el encierro pero podíamos salir a caminar y a disfrutar de la naturaleza sin restricción, lo cual fue una bendición. Entre las bicicletas, patinetas y los parques naturales, nuestras hijas pasaron días inolvidables en familia”.
Karen aprendió a vivir las estaciones con sus hijas.
Estas son sus experiencias:
Invierno
Las niñas adoran esta estación! Es la preferida de Valentina! Siempre que está soleado, aun estando muy frío (-15 grados) salimos a jugar! A deslizarnos en las montañas de nieve, a patinar, a esquiar entre muchos otros!
Para Roger y para mí, febrero y marzo son los meses más complicados. Procuramos siempre escaparnos al sur para sentir calorcito! En lo posible si podíamos ir a Barranquilla era nuestro destino soñado! Yo, Karen, añoro mis carnavales.
El día más triste de todo el año para un barranquillero en Canadá es el sábado de Carnaval (yo soy la carnavalera, Roger no mucho)
Primavera
Empezamos a ver las ardillitas jugando nuevamente en nuestro jardín, se empieza a derretir la nieve. Volvemos a sacar las bicicletas y a jugar! Es emocionante ver los árboles florecer nuevamente. Todos los años visitamos los campos de tulipanes que florecen para el mes de abril. En Quebec es usual ir a la ‘Cabana au Sucre’. Son granjas donde se produce la miel. Al comienzo de la primavera estas granjas abren sus puertas y preparan un buffet típico con puras recetas y delicias hechas a base de miel de erable.
Verano
Abren sus puertas todos los parques de agua, los lugares para hacer camping. Es muy común ir a los parques naturales. Nuestra ciudad ofrece campos de verano en el día gratuitos para los niños entre 7 y 12 años, de lunes a viernes, durante todo el verano, lo cual beneficia, sobre todo a los padres que trabajamos.
En verano vamos a las granjas a recoger fresas, arándanos y frambuesas! Es un plan que nos encanta hacer en familia todos los años. También visitamos sin falta los campos de lavanda. Trabajo al menos tres fines de semana en estos campos haciendo fotos. Es muy popular sesiones de fotos.
Otoño
Es mi estación preferida! Los colores y paisajes son una belleza y trabajo sin parar todos los fines de semana tomando fotos. La mayoría de las familias escogen esta estación para renovar sus álbumes. Vamos a recoger manzanas a las granjas, vamos al “pumpkin patch” (granjas donde siembran las calabazas). A las niñas les fascina este plan para escoger sus calabazas. Decoramos la casa con ellas y al final de octubre las decoramos!
Karen anota que “vivir las estaciones es increíble! Sin duda cada una tiene su encanto, su magia!
Añoro mi ciudad, mi gente, la calidez, la forma de ser descomplicada y dicharachera del costeño (esa soy yo). Lo primero que pido cuando llego a Barranquilla es un mote de queso, unos deditos y una Kola Román!”.
Lo más difícil para ella es ver a sus hijas crecer lejos de la familia. “Extrañan a los abuelitos, a los tíos, primos y a los hijos de mis amigas íntimas que entre ellos tienen una linda relación de hermandad.
Mis papás disfrutan sus largas vacaciones en Montreal. Sin embargo cuando nos visitan en invierno siempre juran que no volverán en esta época del año. Lo gracioso es que siempre se les olvida, y al llegar las brisas decembrinas y las decoraciones navideñas a la ciudad, más la añoranza de estar lejos de sus nietas, terminan empacando maletas y abrigos y volviendo a estas frías tierras!”
A pesar del frío, es mágico vivir la Navidad blanca.