Una firme promesa de la ‘pelota caliente’
por Fausto Pérez Villarreal
Hace cien años, poco antes de que le concedieran el Premio Nobel de Literatura en octubre de 1921, el escritor francés Anatole France lanzó una frase profundamente reflexiva: “El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen”.
Es una expresión bastante cercana a la realidad: el futuro está ahí, acompañándonos desde la más tierna edad y muchas veces no nos percatamos de ello. Solo hay que buscarlo, encontrarlo, labrarlo todos los días, con trabajo, constancia, convicción, enjundia, talento y esperanza.
Harry José Canedo Name, un niño barranquillero de 12 años que alterna la práctica del béisbol con los estudios de séptimo grado en el colegio Marymount, va en concordancia con la aseveración del notable literato francés.
A los diez años, Harry José identificó plenamente su futuro: el béisbol. Sí, el béisbol, el denominado ‘deporte de la pelota caliente’. Lo supo cuando su padre lo llevó al Yankee Stadium de Nueva York, en las vacaciones intermedias de 2018, para que observara el emocionante juego que sostuvieron la novena local y los Medias Rojas de Boston.
“Ver en acción, ahí mismo en vivo, a pocos metros a los Yanquis, el equipo de mis afectos con sus grandes peloteros Aaron Judge, Aaron Hicks y Luke Voit fue realmente revelador e inspirador para mí. Recuerdo que me dije en voz baja: quiero ser como ellos, quiero lanzar como ellos. Ese día comprendí que el béisbol era lo mío”, recuerda Harry José, con asombrosa fluidez para tan corta edad.
Desde entonces, este niño humilde, amoroso con su familia, en especial con su pequeña hermana María Juliana, agarra la pelota, corre tras ella y le pega con entusiasmo y mucho amor. Lo suyo no solo es una querencia o un arranque espontáneo de emoción. Bajo la orientación del profesor Orlando Amarís, Harry José se metió en cuerpo y alma en la práctica del bateo, fildeo y el lanzamiento desde el montículo. Y a fe que su progreso ha sido notorio como relampagueante.
Las instrucciones comenzaron y se solidificaron en la Academia Pelinor, en Tecnoglas, y después en la cancha de sóftbol del patinódromo. Lo positivo del asunto es que el niño ha contado con el apoyo de sus padres, Harry Canedo Acosta, abogado y empresario de la construcción; y su madre, María Name Cardozo, comunicadora social.
Harry, de 12 años, mide 1.72 mts, ha acumulado una experiencia realmente extraordinaria, con participaciones en el Campeonato Nacional preinfantil efectuado en Sincelejo, en el que defendió los colores de Atlántico bajo la dirección de los entrenadores Fagith Marún, Juan José Ariza y Cristian Polo. Así mismo, participó en el torneo Cepeda Caribean Classic de República Dominicana, en la novena que fue dirigida por Teddy Silva, y enfrentaron a los equipos de Estados Unidos y el anfitrión, República Dominicana.
Su próxima prueba de fuego tendrá lugar en Aguascalientes, México, en el torneo Panamericano de la categoría Sub 12. En representación de Colombia enfrentará a Puerto Rico, República Dominicana, México, Panamá y Venezuela. Este certamen servirá de clasificatorio para el mundial de China que se llevará a cabo en 2022.
Desde hace tres meses, Harry está vinculado a la Fundación Pelota Caliente, de Cartagena, bajo la dirección técnica de Teddy Silva. Los fines de semana viaja, con su padre, a la Heroica, donde cada día crece en el juego. De lunes a viernes recibe clases en la modalidad presencial en su colegio.
En Harry José hay talento, disciplina y vocación. Y estos tres elementos, combinados con el sacrificio y la constancia lo pueden llevar muy lejos al mundialmente conocido como ‘El Rey de los Deportes’. Su referente es el jonronero de los Yanquis, el cartagenero Giovanny Ushella.