por fausto Pérez Villarreal
Si bien 2020 cambió de manera drástica el derrotero del mundo por la pandemia de la Covid 19, afectando todos los estamentos de la sociedad, el pelotero barranquillero Dónovan Solano es uno de los tantos humanos diseminados a lo largo y ancho del planeta que al final del año pudo sonreír y levantar el brazo en señal de victoria.
Su gran accionar en la novena Gigantes de San Francisco, en el béisbol de las Grandes Ligas, le permitió firmar por un año más con la prestigiosa organización que compite en la división Oeste de la Liga Nacional.
Las estadísticas de Dónovan, quien se desenvuelve con lujo de detalles en la posición de infielder, fueron realmente positivas en la temporada regular de 2020: en los 54 juegos en los que participó, tuvo 190 turnos al bate; anotó 22 carreras, conectó 62 hits, de ellos tres fueron dobles, conectó un triple y la sacó del diamante en tres oportunidades; impulsó 29 carreras y recibió 10 bases por bola. Su promedio ofensivo quedó en .326.
Y la cereza del postre, en el cierre de su magnífica temporada, la constituyó el trofeo de Deportista del Año-Acord Atlántico, máximo reconocimiento que otorga la reputada agremiación de periodistas del Departamento, y del que se hizo merecedor el 21 de diciembre, en ceremonia especial que se transmitió a través de las plataformas virtuales.
“Esta es la segunda vez que me distinguen como el mejor deportista del año en el Atlántico. Para mí es un honor inmenso, una gran alegría y una obligación para seguir dando lo mejor de mí”, expresó, emocionado, Dónovan, tras recibir de manos de Estewil Quesada, presidente de la Acord, la alta distinción bajo todos los protocolos de bioseguridad.
“Este trofeo tiene mucha significación para mí. No he transitado propiamente por un sendero de rosas. Me ha tocado superar escollos difíciles en los dos últimos años, pues no se me daban las cosas. Cuando hay algo bueno que Dios nos quiere dar, a uno lo prueban en todos los aspectos –señaló el toletero de Barranquilla de un metro y 78 centímetros-. Hubo instantes en que por poco me achicopalé, pues no veía la oportunidad. Me llené de paciencia y esperé. Tenía claro que estaba haciendo las cosas bien. El apoyo de mi familia fue fundamental”.
Nacido el 17 de diciembre de 1987 en Barranquilla, Dónovan fue exaltado como Deportista del Año del Atlántico en 2012 por su exitoso debut en las Grandes Ligas, en el equipo los Marlins de Miami, donde su paisano Edgar Rentería se coronó por primera vez campeón de la Serie Mundial.