‘a mucha honra y mucho honor’
Se llaman curramberas las mujeres nacidas en Barranquilla. Pero hay muchas del Caribe que se radicaron en esta hermosa ciudad y también se sienten curramberas, porque aquí han forjado sus carreras profesionales, han vivido los mejores años de sus vidas y han tenido a sus hijos.
Barranquilla se llama ‘Puerta de Oro de Colombia’ porque siempre ha sido de puertas abiertas: no solo ha entrado el progreso para el país, sino además ha recibido a mujeres que hoy se enorgullecen al llamarse “curramberas por adopción a mucha honra y mucho honor”.
De Sucre y con corazón quillero

Myriam de la Ossa nació en Sucre, Sucre, y se siente currambera ciento por ciento.
A los 17 años se vino a Barranquilla a estudiar Derecho en la Universidad Libre de Colombia Seccional Barranquilla, donde se especializó en Derecho Administrativo e hizo maestría en Derecho Administrativo. También es especialista en Contratación Estatal, de la Universidad Externado de Colombia y se encuentra terminando la especialidad en Derecho Penal y Criminología en la Universidad Libre.
Está casada con el doctor Miguel Bolívar Acuña, ex alcalde de Barranquilla, con quien tiene dos hijos: Lorena y Daniel.
“Siempre he trabajado en el sector público: en la Electrificadora del Atlántico, Lotería del Atlántico, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico y actualmente me desempeño como Procuradora Judicial II en lo Penal. Me apasiona mi profesión y siempre hago las cosas con mucha responsabilidad.
Cómo no voy a sentirme currambera si Barranquilla me lo ha dado todo: profesión, trabajo, familia y amistades”.
Amor a Barranquilla

Es cartagenera con corazón currambero “porque Barranquilla siempre ha sido mi ciudad: aquí estudié parte del bachillerato y Psicología en la Universidad del Norte, donde además me formé en el área comercial y administrativa, lo que me sirvió para desempeñarme en empresas de servicio”.
Mayra Mendoza Torres trabajó en Colsanitas, Servital, Emermédica y el destino la llevó al periódico El Tiempo donde conoció a su actual esposo Enrique Rothkopf, directivo del periódico La Nación de Buenos Aires “y me fui a vivir a Argentina durante veintidós años, donde continué estudiando: hice una maestría en Psicoanálisis y tratamiento de dolor y otras afecciones mediante Hipnosis y cumplí mi anhelo de llegar al área clínica”.
Mayra Margarita tiene cinco libros editados en Argentina y uno en Colombia: ‘Marcas de Sal’, ‘Calambuco de Orquídeas’, ‘Cocos de Barro Cocido’, ‘Tras el Caracol’, ‘Mariposas Blancas que se Cuelan’ y ‘Pringamosa’.
“Tuve un solo hijo fruto de mi primer matrimonio: Daniel Enrique, quien me ha dado la belleza de tres nietos: Santino y Elena (mellizos) y Marco.
Quiero tanto a esta tierra que hace seis años nos vinimos a vivir a Barranquilla y lo mejor fue que mi hijo nos siguió con su familia. Tener a los nietos cerca nos ha cambiado la vida, porque no hay mejor sonrisa que la que te saca un nieto!
En Barranquilla tengo lo más preciado: mi familia y mis amigos, por eso la volví a elegir!”.
“Mujer
llegó la hora
de romper tu lira
de acunar tu cielo”
De su libro ‘Calambuco de Orquideas’ (2002)
Barranquilla se hace querer

“Decir que soy currambera es más que utilizar un gentilicio, es expresar con los ojos, la sonrisa y la actitud esa energía pura que se mete en la piel, viaja por mis venas, llega al corazón y lo hace latir a fuerza de carcajadas y al ritmo de un millo”.
Estas son las emotivas palabras de Susana De León, la cartagenera que decidió radicarse en Barranquilla hace 27 años y aquí se quedó feliz.
Ella anota que “vestida de colores he bailado los carnavales y desde una Ventana he visto el mundo; y el mundo también nos ha visto mientras recorríamos la Vía 40 al son de la tambora, llenos de energía positiva, confiados en que el futuro se construye soñando en grande, planificando y trabajando con disciplina”.
Desde que llegó a Barranquilla sintió la solidaridad de su gente y “el beneficio de los demás es la preocupación de muchos”.
Una vez el alcalde, Jaime Pumarejo, tomando las palabras del Nobel García Márquez, le dijo: “Susana… claro que eres de aquí, los barranquilleros se dan el lujo de nacer en cualquier parte del mundo”.
Y así lo siente la abogada, comunicadora social y periodista, que trabaja como consultora en Relaciones Públicas y se divierte con las redes sociales.
Es una costeña de conversación amena y agradable, y con alma de poeta. Se enamoró de Barranquilla, “la ciudad que me acogió, y la que se hace querer, porque su brisa me abraza, el sol besa mi piel, el sonido de las aves cantando en las mañanas me susurran una canción de amor y la luna por las noches me recuerda que tiene una cosa que maravilla”.
“Me gusta todo de mi ciudad”

“Me identifico con nuestra idiosincrasia, amo nuestra cultura, nuestra alegría, la pasión que irradiamos por lo que hacemos que nace del corazón, nuestra manera de ver la vida siempre con optimismo y con la mejor actitud. Me gusta todo de mi Barranquilla: la comida, el Carnaval, especialmente mi gente cálida con su transparencia, hospitalidad, cercanía y su generosidad, porque en mi ciudad no conocemos la palabra egoísmo! orgullosamente currambera”.
Así expresa su sentimiento barranquillero Martha Vásquez Arango, quien ocupa un alto cargo en Bancolombia, donde trabaja desde hace 28 años. Inició su carrera profesional como abogada y ha pasado por varios puestos; entre otros, jefe de cartera, gerente de crédito regional, después gerente de zona Barranquilla y ahora es la Vicepresidenta de personas y pymes de la regional Caribe de esta entidad crediticia que lidera desde la Guajira hasta Montería y Caucasia. “Un trabajo que disfruto especialmente por manejar equipos y porque desde mi cargo y con todo mi equipo se promueve el desarrollo económico de Barranquilla y de la región Caribe”.
Martha es una currambera con esencia Caribe.
«Orgullosa de mi gente»

Barranquillera de nacimiento y de corazón, Laura Carbó Mancera ama la brisa, el mar y el Carnaval.
Es mamá, artista, administradora
de empresas, ‘echada pa lante’,
alegre, bailadora y trabaja como
gerente en una entidad
bancaria. Se le mide
a todo lo que sea positivo.
La cumbia y los tambores la ponen a gozar. “Amo a mi ciudad: sus calles y almacenes, sus parques y árboles, el río Magdalena, sus deliciosos restaurantes y su gran variedad de comida. Me encanta ir con mi familia al malecón”.
Se siente orgullosa de la riqueza cultural de su ciudad y la calidez de su gente, que es única en el mundo. Extranjero que llega a Barranquilla encuentra las puertas abiertas.
“Por eso me considero una verdadera currambera junto con mi esposo Alfredo Acero y mis hermosos hijos; Alfredo y Alejandro, mis tesoros curramberitos”.
En Miami pensando en Barranquilla

Después de estudiar Derecho en la Universidad Libre y dejar su grandioso y valioso trabajo social en la Cámara Junior, Marina Araújo, nacida en Baranoa, Atlántico, y criada en Barranquilla, emigró a los Estados Unidos, donde se graduó como Paralegal.
Hoy tiene una compañía en la cual presta ayuda en la elaboración de documentos, pero su ocupación principal es la administración de Emporio Group, una empresa dedicada a la realización de conciertos en distintas ciudades de Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica.
“A pesar de que tengo casi 30 años de vivir en este país, mi corazón y mis pensamientos siguen en Barranquilla, cada vez que tengo la oportunidad viajo, aunque sea por pocos días, a llenar mi espíritu y a cargarme de la energía de mis coterráneos”.
Sigue vinculada a la ciudad y en muchas ocasiones ha colaborado con entidades de Barranquilla como la Alcaldía y Gobernación del Atlántico.
Ella es como una ‘cónsul ad honorem de Barranquilla en Miami. Un enlace para los curramberos. Le ha colaborado al Carnaval de Barranquilla y a la Banda de Baranoa cuando se han presentado en Miami.
“Barranquilla está a diario en mis pensamientos y espero el día para volver a quedarme. Por ahora me siento muy orgullosa de todo lo que la ciudad es hoy en día y de ver que finalmente está recogiendo el prestigio que la llevó a ser la Puerta de Oro de Colombia”.