El ‘hijo’ de Barranquilla
Por Loor Naissir
No fuma ni toma licor… es un artista ‘zanahorio’, como le dicen; con mente y cuerpo sano.
Tiene una linda familia que ha mantenido unida gracias a la comprensión de su esposa, la médica Tatiana Ribaldo, quien entiende el horario de un cantante.
Fausto Chatella es el ‘hijo’ de Barranquilla que ha conformado una orquesta, de veintiún integrantes, y se ha especializado en amenizar fiestas en clubes sociales, familiares y en escenarios internacionales, donde es más famoso, porque suenan más allá sus composiciones tropipop.
Desde que empieza el año ya tiene parte de su agenda copada, la cual controla en su celular. En los últimos años se ha convertido en la orquesta de moda para matrimonios, porque interpreta todos los ritmos y es un show musical, con vestimenta acorde para la ocasión.

Nació en el barrio Recreo, se crió en San Felipe y estudió en el Instituto La Salle donde era el niño para mostrar. Cantaba en los actos culturales y en la iglesia.
Allí también se graduó de bachiller su hijo mayor Sebastián, abogado de la Universidad del Norte.
Chatella se siente orgulloso también de su segunda hija, Valentina, quien quiere estudiar veterinaria para curar y preservar animales exóticos en vía de extinción.
Es una familia unida con amor y respeto. Acaba de mudarse a la nueva ciudadela, Alameda del Río. Todo es nuevo. Un apartamento de tres habitaciones y con balcón, donde la pareja se sienta por las noches, cuando todos descansan para ver la luna y las estrellas, y conversar sobre todo lo que hicieron durante el día. Tatiana dice que se enamoró del apartamento por la excelente distribución y por el romántico balcón. Y así es!
LA OLA CARIBE entrevistó al artista y ahí estaban todos atentos, pendientes: su esposa y sus hijos, orgullosos de él y hasta la gata ‘Tita’, que los ha acompañado los últimos ocho años, se revolcaba silenciosamente sobre un sillón, cuando él hablaba sobre sus más de trece producciones musicales, que suenan más en el exterior; y de los 7 Congos de Oro ganados en el Carnaval de Barranquilla en diferentes modalidades: tropi latino, tropical, urbano, merengue, salsa, mejor intérprete vocal y vallenato; este último despertó controversias entre muchos vallenatos porque se lo ganó un barranquillero. Pero fue el mejor!
Sí, se sentían orgullosos de este papá versátil, que se le mide a todo y que inició su vida artística como corista de Los Hermanos Martelo, Grupo Raíces, Juan Piña y Juan Carlos Coronel.

Durante la amena charla en la que también estaba William Chams Puche, un joven fotógrafo que estudia Diseño Gráfico, Chatella anotó que es un enamorado del bolero, que aprendió a querer por su papá, llamado igual que él. “Era un bohemio, que amaba la música”.
Por eso recibió su apoyo cuando decidió estudiar Licenciatura en Educación Musical en la Escuela de Bellas Artes y después se convirtió en profesor durante muchos años del colegio donde se formó: Instituto La Salle, del que guarda gratos recuerdos.
A su esposa la conoció cuando tenía 15 años y la enamoró a punta de serenatas.
Apenas termina su trabajo, a la hora que sea, la llama para infórmale que va en camino a casa.
No fue fácil que su familia lo aceptaran porque era músico; “pero ha demostrado ser un buen esposo y un gran padre de familia”, anota la esposa.
Apenas conoció el nombre de la reina del Carnaval Fausto le compuso una bellísima canción en ritmo tropical y con video alusivo a Barranquilla. Fue la primera que se le hizo a la soberana Valeria Charris.
La charla terminó mostrando en su celular el tema que sacó para esta temporada: ‘Dos mujeres’, escrito por el pastor Gustavo Salcedo. Una canción mundana, jocosa.
Las dos mujeres son La Virgen y la compañera, novia o esposa, a la que se ama.
En Alameda del Río parece que oscurece temprano, porque a esa hora sale Chatella a cantar.
Fotos cortesía del archivo particular del artista
