Directora ejecutiva de Invest In Cartagena
Por Pablo MartínezSistac Barreto
Desde hace seis meses Carolina Rosales González es la directora ejecutiva de Invest In Cartagena, la agencia público-privada encargada de atraer inversión a Cartagena y al departamento de Bolívar.
Contrario a lo que parece por su juventud para este importante cargo (32 años y muy risueña), no ha parado de trabajar desde los dieciséis años. Es un ejemplo para todas las costeñas que aspiran a triunfar en el mundo empresarial y a acumular éxitos profesionales. Dicho de otra forma, Carolina es una berraca.
Su laboriosidad se debe a una crianza que ella asegura fue “cartagenerísima”. Una dicotomía entre el tradicionalismo y la modernidad donde las mujeres cuidaban y atendían a sus parejas, pero todas trabajaban y contribuían a la economía familiar. A su madre la considera la mujer “más entregada que hay”, pues trabajaba en el sector turístico y se encargaba de las tareas domésticas junto con Carolina. La familia tiene una larga lista de mujeres profesionales. Su abuela fue coordinadora de un colegio y entre tías y abuelas nombró a una fisioterapeuta y una bacterióloga. “Crecí viendo cómo la mujer jugaba un rol indispensable dentro y fuera del hogar”, afirma.
El interés de Carolina por el mundo de los negocios internacionales también es legado familiar. Es hija y nieta de guías turísticos que la dejaron trabajar con ellos cuando aún cursaba el colegio. Desde entonces, poder mostrar lo mejor de su ciudad le ha parecido lo más gratificante en su vida. Ahora sigue mostrando lo mejor de su ciudad, pero en otro plano, abordando empresas que puedan crecer en Cartagena. Pero de ser ayudante en una empresa de turismo a ser directora de la agencia que da la cara por la ciudad hubo una odisea de oportunidades y lecciones. Carolina comenta que las vueltas y ciclos de la vida no son más que oportunidades para crecer y su agitado historial lo demuestra.
Siempre inquieta, de mandadera en la empresa de turismo pasó poruna ferretería y una joyería. Luego vendió postres en la universidad y fue pasante en la histórica Harinera Tres Castillos y en ProColombia. Al graduarse de la universidad, trabajó un tiempo en la Zona Franca del Grupo Central antes de volver a vincularse con ProColombia como analista de exportaciones. En este último ciclo estuvo diez años y pudo pulir sus habilidades en finanzas y liderazgo que la propulsaron a la dirección de Invest In Cartagena. Además de su experiencia, su preparación no deja duda de que es la indicada para el cargo.
Estudió finanzas y negocios internacionales en la Universidad Tecnológica de Bolívar y cuenta con una especialización en negocios internacionales. Luego obtuvo una maestría en creación y gestión de empresas de la Universidad de Valencia en España. Evidentemente, como la canción de Joe Arroyo, Carolina es “echada pa’lante”.
Ella canaliza esas mismas ganas de desarrollo personal a su tarea al frente de Invest In Cartagena.
Se empeña en buscar empresas que inviertan más en la ciudad.
Su labor tiene especial énfasis en atraer inversionistas que generen empleos duraderos, sostenibles y que complementen con la oferta existente de productos y servicios del departamento. Así sofisticando y tecnificando el tejido empresarial puede generar beneficios holísticos a largo plazo.
Carolina llama a este criterio de selección “inversión con apellido” y se basa en los principios de gobernanza ética con responsabilidad social y ecológica.
Orgullosamente informa que “en el 2023 generamos 121 oportunidades de inversión, logramos la consolidación de 12 proyectos de inversión y 7 proyectos de reinversión”.
Encima de estos fructíferos réditos Carolina explica el panorama positivo para las mujeres. “En Cartagena y la región, las mujeres son tomadoras de decisiones claves en entidades públicas y gremios. La Cámara de Comercio, La Andi y Corpoturismo son dirigidas por mujeres”. Como si esto fuera poco añadió la cifra que demuestra la tendencia a nivel nacional. “Más del 65 por ciento de los empleados en las agencias de promoción de inversión en Colombia son mujeres”. A las jóvenes les pide que no tengan miedo de brillar y que entiendan que se merecen las cosas buenas que les pasan.
Asegura que la vida le ha enseñado a “saber esperar y enfocarse en el presente”. Así, conociéndose a sí misma y a la historia de su familia, se siente inspirada y le agradece eternamente a Dios, a sus fuentes de apoyo y a su esposo. Cada día, mostrando cifras, estadísticas y proyecciones en un número interminable de reuniones con empresarios, funcionarios, gremios, diplomáticos y prensa, Carolina vuelve a ser la ‘pelaita’ de dieciséis que mostraba la ciudad a los extranjeros con su padre y abuelo.
¿Quién se para más firme por Cartagena que Carolina? Tal vez la Virgen de los Navegantes, pero esa se para en la bahía y Carolina no tiene ese súper poder. Eso sí, si lo tuviera no hay dudas de que ella misma remolcaría los barcos al puerto para poder seguir física y literalmente empujando el desarrollo de Cartagena.